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martes, 7 de octubre de 2014

Los LIBROS, claves en el ÉXITO educativo de Finlandia


Los cinco millones y medio de finlandeses sienten como un orgullo nacional el sistema de bibliotecas que ya alcanza los 948 lugares, entre las del sistema escolar, universitario y público. Un equivalente a 17 bibliotecas por cada 100.000 habitantes.

Además de esta gran red de bibliotecas a lo largo de su territorio, la nación europea también sumó en los últimos años otro motivo de orgullo que complementa su éxito educativo: una nueva generación de escritores que seduce cada vez más a buena parte de los lectores del planeta.
Esta avanzada literaria finesa quedará escenificada en la inminente Feria de Frankfurt, que se realizará ente el 8 y 12 de octubre en la ciudad alemana. La delegación de Helsinki concurrirá como invitada de honor, y estará compuesta por 60 autores, 30 bibliotecarios, 37 editores y un variado programa de actividades culturales.

Aunque su creación literaria apenas llega al siglo y medio, su literatura contemporánea es vibrante, y va mucho más allá de la popular Sinuhé, el egipcio, de Mika Waltari. En el evento alemán se recordarán o descubrirán nombres como los del fundador de la literatura de Finlandia, Aleksis Kivi; clásicos como Aino Kallas; maestros contemporáneos como Arto Paasilinna; y hasta los más traducidos y premiados durante los últimos años como por ejemplo Sofi Oksanen, Tuomas Kyrö, Katja Kettu, Riikka Pulkkinen, Leena Parkkinen, Jari Ehrnrooth y Anja Snellman.

En Finlandia si alguien quiere un libro y no está la biblioteca lo pide, y cuando llega le avisa a la persona. Por eso no son tantos los libros que la gente compra como los que se leen gracias a los préstamos bibliotecarios. Y si alguien, por ejemplo, quiere consultar al librero de la centenaria Biblioteca Nacional, puede hacerlo en persona o por Internet.

Leer es el verbo preferido de los finlandeses, y un libro es una de sus compañías favoritas. Escribir es la pasión de muchos de los ciudadanos del país escandinavo, y sonreír, la de otros que ven cómo algunos de sus compatriotas son leídos más allá de sus fronteras.Son esos autores quienes mantienen viva esa tradición de contar la propia historia de la nación en sus diferentes épocas: desde los tiempos en que era un territorio de nadie, de ellos mismos; luego, de Suecia; después, cuando fue anexada por la Rusia imperial hasta 1917 como Gran Ducado, y en el reciente siglo XX, atravesada por tropas soviéticas, nazis, otra vez soviéticas, hasta convertirse en una república democrática y parlamentaria y miembro de la Unión Europea.

Cada habitante del país escandinavo lee un promedio de 47 libros por año, y la nueva generación de escritores fineses seducen cada vez más al resto del mundo

Consecuencia lógica

Finlandia posee un admirable nivel de educación general (ocupa los primeros lugares del informe PISA, el estudio mundial a jóvenes de 15 años en 50 países), apoyado justamente por su excelente sistema de bibliotecas, uno de los más populares de los servicios públicos del país.
"Si los niños son criados con los libros, es en parte porque las bibliotecas ofrecen muchos y variados títulos, lo cual hace que el fomento de la lectura no sea una cuestión financiera de la familia", explica la mencionada Sofi Oksanen según publica el periódico El País.

Eso convierte la lectura en un hábito natural y muy arraigado. "Los padres leen y los niños los observan. Como los niños no aprenden a leer hasta los siete años, la lectura se convierte en una experiencia familiar con un efecto muy positivo en la educación: los pequeños se acostumbran además a hablar con sus padres sobre sus miedos y sueños reflejados en sus libros o de temas que no entienden", asegura Luisa Gutiérrez Ruiz, traductora del idioma finlandés y responsable de comunicación del Instituto Iberoamericano de Finlandia.

Pero a esas edades, los niños no sólo tienen contacto con los libros, sino también con los escritores. Estos acuden con frecuencia a escuelas y bibliotecas a través de talleres o charlas. Además, añade la traductora, "no se distingue entre autor para adultos y autor de literatura infantil y juvenil. Hay renombrados escritores que crean poesía, teatro o novela destinada al público más joven".

El gobierno de Finlandia, como el resto de los países nórdicos, también apoya la traducción y promoción de sus autores. En las últimas décadas, añade Gutiérrez Ruiz, "el lector hispanohablante ha descubierto muchas propuestas procedentes de Finlandia. Este renacer nórdico se debe en gran parte al esfuerzo de promoción que realiza el Centro para la Literatura de Finlandia (FILI), que concede ayudas a la edición de obras, principalmente subvenciones a la traducción, tanto de la obra completa como de páginas de muestra, para que el editor extranjero pueda valorar mejor lo que le interesa. Eso sí, se ha de traducir del idioma original para garantizar que el texto sea fiel y correcto".


 


lunes, 11 de noviembre de 2013

El LIBRO inédito de Cabrera Infante: cómo Cuba se volvió un infierno

El autor era diplomático cubano en Europa. Volvió a la isla en 1965 y encontró burocracia, delación y humillación.
El libro más íntimo de Guillermo Cabrera Infante se puso a la venta este último miércoles en España, ocho años después de la muerte del autor de Tres tristes tigres, y estará en la Argentina en febrero. Es Mapa dibujado por un espía, lo publica Galaxia Gutenberg y estuvo oculto desde que el escritor lo guardó, en torno a 1970, cinco años después de ocurrir lo que él cuenta en este libro desgarrador. Aquí Cabrera Infante, que escribía sus crónicas de cine con el acrónimo G. Caín, describe minuciosamente los meses que pasó en La Habana mientras aún era consejero cultural de la embajada cubana en Bruselas.
Es un libro sencillo e impresionante; los que hayan leído la prosa veloz, expresiva, calurosa e incluso ruidosa, de su libro más famoso, Tres tristes tigres, se hallarán aquí con un Cabrera Infante melancólico y circunspecto, atravesado por una herida que le duró allá donde fue, en el exilio, hasta su muerte. Él le había dicho a su mujer, Miriam Gómez, que no tocara esos papeles que había escrito poco después de salir de La Habana con sus hijas. Y ella, años después de la muerte de su esposo, tomó el sobre en el que se guardaban esas páginas y se las dio al editor Toni Munné, que las leyó sobrecogido.
Miriam Gómez decidió que este libro inédito debía formar parte de las obras de su marido. Todo lo que escribió Cabrera Infante lo tiene a él como materia. Por tanto, esta larga confesión es parte indisociable de su literatura. Ella recuerda cómo escribía Guillermo en aquellos primeros meses gélidos de Londres.
Se quitaba el saco, los zapatos, los calcetines, la camisa, toda la ropa, incluso la ropa interior, y escribía frenéticamente, ante su asombro. Ella se decía: “¿Qué estará escribiendo este hombre?” Seguramente estaba haciendo este desnudo integral que luego no quiso que ella tocara.
No es un libro en el que aquel Cabrera Infante que nos acostumbró a los juegos de palabras y a la música como vértebras de sus historias se divierta describiendo. Hay algunas bromas, con sus amigos, a los que reencuentra, ironías sobre la banalidad, y la venalidad de Fidel Castro, capaz de sospechar de Bumedián, cuando éste derribó a Ben Bella en Argelia, porque durante su viaje a La Habana no dijo ni media palabra. Cabrera recuerda que el revolucionario argelino no entendía ni palabra de español.
Las visitas de Castro a la Unión de Escritores, así como las reuniones de los autores, su miedo al caballo, como llamaban al líder máximo, alcanzan el grado de lo esperpéntico. La humillación reiterada a Nicolás Guillén, el héroe poético de la revolución, forma parte de los perfiles más logrados, y más dramáticos del libro. Entre esos episodios en los que Castro es un adelantado de la arbitrariedad que luego copiaron otros dictadores latinoamericanos del momento presente, figura uno muy destacado, cuando encierra en un calabozo improvisado a un estrecho colaborador porque había llegado involuntariamente tarde a una cita.
Desde que se inicia Mapa dibujado por un espía, Cabrera Infante se propuso narrar una a una, casi cronológicamente y con un increíble lujo de detalles, todo lo que ocurrió desde que recibió en Bruselas la noticia de la muerte de su madre, Zoila Infante, hasta el momento en que se despide para siempre de La Habana. Lo que sucedió en medio fue un cúmulo de humillaciones que le despertaron a él al conocimiento de la deriva cubana hacia el autoritarismo burocrático y brutal, que lo tuvo a él como rehén. A él y a tantos. Como recibió ese impacto en primera persona, y en ese proceso participaron quienes habían sido amigos suyos, el trauma significó para él un trayecto infernal que sólo podía disolverse, y se disolvió, con la marcha. Y con la escritura. Es, por supuesto, el escritor de La Habana para un infante difunto y también de Tres tristes tigres, pero es en este libro el autor humano, el más rabiosamente humano que uno pueda imaginar en aquel hombre transido de cine y literatura, o de cine o sardina, como reza uno de sus más afortunados títulos.
Como había hecho en La Habana para un infante difunto, Cabrera Infante se sirvió de su memoria infinita; los detalles más nimios, como la composición de las comidas o los horarios de sus encuentros, se alternan en este libro obsesivamente minucioso con los grandes hechos que perturbaron allí su vida y luego su propia experiencia de la vida. Aquella Cuba que él había contribuido a generar, en tiempos revolucionarios, había decidido usurpar la idea misma de la revolución y ya no era, en 1965, ni la sombra de lo que él y sus amigos habían soñado.
Además, sus amigos ya eran otras personas; poco a poco aquel sueño que hubo una vez se convirtió en una pesadilla cuya estratagema era la de aburrirlo atemorizándolo. Estaba ya en su apogeo LA POLÍTICA DE DELACIÓN Y DE DENUNCIA, y él vivía en medio de la tormenta perfecta que el régimen de Castro había organizado para prevenir a los disidentes; en nombre de la revolución, disidente podía serlo cualquiera, siempre que alguien lo hubiera señalado.
Ese es el corazón del libro, la explicación de cómo se había ido inclinando Cuba hacia el infierno imprevisible que luego se haría famoso merced al caso Padilla; pero Cabrera Infante vivió estos episodios algún tiempo antes y nunca había publicado con tanto pormenor todo lo que está escrito en este libro hasta ahora inédito. Ese pormenor tan obsesivo y tan preciso le da al libro el tono de un exorcismo, como si desnudándose ante la máquina de escribir pudiera sacarse de dentro los múltiples y tremendos demonios que se quedaron en su interior en aquel deplorable periplo.
En ese relato minucioso que es este mapa, Cabrera Infante no aparece sólo enamorado o perseguido, triste o melancólico; es también un ser humano que padece el estado calamitoso de su cuerpo, y lo contempla y lo narra como si estuviera hablando de otro, sin condescendencia, con crueldad incluso; su relato de la infección que padece en un muslo es uno de los elementos narrativos más descarnados de su narración.
Para los lectores de la obra de Cabrera Infante (que viene publicando completa la citada editorial Galaxia Gutenberg) este es un testimonio escalofriante y además imprescindible. En primer lugar, explica la pavorosa experiencia de un ciudadano al que poco a poco la revolución cubana va dejando sin identidad y sin derechos y por tanto, explica la procedencia de la rabia melancólica del escritor hacia aquel período al que se refiere y que en definitiva tiñe la historia del castrismo. Y es imprescindible porque pone en perspectiva aquel famoso Tres tristes tigres; completa su obra, en realidad, nos muestra ya de cuerpo entero al autor de Cuerpos divinos.
Cuando Tres tristes tigres ganó el premio Biblioteca Breve de Carlos Barral, Guillermo Cabrera Infante aún era diplomático cubano. El libro, en un principio se iba a llamar Vista del amanecer en el trópico. Después recibió el nombre con el que se hizo tan notorio.
Ya no había que celebrar el amanecer que un día pareció que se despejaba en el trópico. Ya CUBA ERA, para el escritor, para tanta gente con quienes el se relacionó durante ese periodo, EL TRISTE INFIERNO QUE VA CRECIENDO en Mapa dibujado por un espía, esta despedida que Cabrera Infante hizo de la tierra cuya presencia se le quedó completamente pegada a la piel del alma.

POR JUAN CRUZ

 


Fuente; http://www.clarin.com/sociedad/inedito-Cabrera-Infante-Cuba-infierno_0_1027097398.html

domingo, 3 de noviembre de 2013

El libro de Lorenzetti y una “burla al dolor” / por Arturo Larrabure **


Perplejo, he leído que el presidente de la Corte Suprema de Justicia eligió a Eduardo Anguita para que presentara su libro “Derechos humanos, justicia y reparación”.
El gesto del doctor Ricardo Lorenzetti, de singular significado, no parece evidenciar “el respeto y la tolerancia” que se auto adjudica el magistrado, ni es prueba de “la igualdad ante la ley para todos” que predica; más bien se asemeja a una burla al dolor de las víctimas del terrorismo guerrillero, se aleja de la prudencia e imparcialidad con que deben conducirse los jueces, y anticipa que para algunos de ellos hay una sola clase de derechos humanos.
Como miembro de la organización terrorista ERP, que secuestrara y asesinara a mi padre, Anguita integró el grupo guerrillero que copó, el 6 de septiembre de l973, el Comando de Sanidad del Ejército, asesinó al teniente coronel Juan Duarte Hardoy e hirió a un oficial y a un conscripto, en el marco del ataque sistemático a la población civil que, en pleno gobierno constitucional, realizó el terrorismo guerrillero para imponer un régimen marxista.
Confío que otros jueces tendrán el coraje para desoír la convocatoria del doctor Lorenzetti a imitar su cuestionable proceder, y alguna vez juzgarán a los guerrilleros que entonces torturaron, secuestraron y asesinaron a miles de personas, y a quienes hoy presuntamente malversan los caudales públicos indemnizando a los deudos de los guerrilleros muertos durante el ataque a cuarteles, en plena democracia.
Y espero, también, que cuando la causa por el asesinato de mi padre llegue a la Corte, el doctor Ricardo Lorenzetti tenga el decoro de excusarse, porque evidentemente con su gesto ha prejuzgado.
Arturo Larrabure

** El autor es hijo del Coronel Argentino del Valle Larrabure, secuestrado por el ERP y encontrado muerto el 23 de agosto de 1975, luego de 372 días en cautiverio.

lunes, 28 de octubre de 2013

La bibliotecaria de Auschwitz / Antonio G. Iturbe [Libro]

La historia de la chica de 14 años que repartía libros en Auschwitz.
Una novela se basa en cómo Dita Kraus, de forma clandestina, administraba ocho ejemplares entre 500 niños.

Durante la Segunda Guerra Mundial, y dentro del campo de exterminio de Auschwitz, existió lo que dio en llamarse el “barracón familiar” que, por un tiempo, funcionó a modo de escuela para los cerca de 500 chicos que había en el campo en ese momento. Allí, y con solo ocho libros, entre ellos un Atlas Universal, Nueve caminos de la terapia psicoanalítica, de Sigmund Freud y Breve Historia del Mundo, de H. G. Wells, se creó una biblioteca clandestina que fue custodiada por una de las pequeñas, Dita Kraus, llegada al campo desde el gueto de Terezin, en lo que hoy es la República Checa. Para ella, su labor de bibliotecaria se convirtió en algo de vital importancia en el empeño de salir viva del que fue el mayor de los genocidios registrados en el Siglo XX.
En la vida en ese barracón se centra el argumento de La bibliotecaria de Auschwitz (Planeta), del escritor y periodista español Anotino G. Iturbe, que se vale de los recursos propios de la ficción para narrar la gesta de Dita, que con solo 14 años, se vio obligada a dejar de ser una niña para ocuparse de una importante labor, sin saber aún, que formaría parte de la Historia.
-¿Cómo llegaste a la historia del barracón y su bibliotecaria?
-Leyendo La Biblioteca de noche, de Alberto Manguel. En un capítulo, comentaba que en un barracón de Auschwitz existió una pequeña biblioteca clandestina formada por tan solo ocho volúmenes. Entonces quise saber cómo había sido posible.
-¿Y por qué novelar la historia en lugar de hacer un reportaje?
-Intenté escribir un libro de no ficción, pero después de un año de recopilar información, solo conseguí tener papeles llenos de fechas, cifras, nombres, lugares… y me faltaba lo fundamental: transmitir la emoción que me embargaba al pensar que en medio de la negrura humana más absoluta, alguien hubiera tenido el coraje de poner en marcha una biblioteca clandestina.
-¿Hasta dónde describes la realidad y hasta dónde entra en juego la ficción?
-Es una novela, no una biografía de Dita Kraus. Los personajes son reales y su trayectoria fue, en líneas generales, la que se relata, pero hay situaciones que son ficción, diálogos que me gusta pensar que pudieron darse o que me sirven para poder ilustrar asuntos importantes.
-¿Qué fue lo que más te impactó al conocer esa vivencia?
-Que alguien considere que vale la pena jugarse la vida para poner en marcha una escuela me resulta extraordinario. Que en medio del horror de un lugar como Auschwitz se abra un libro y se encienda una pequeña luz, me emociona profundamente.
-¿Qué suponen los libros en medio de tanto horror?
-En medio del terror paralizante de unos niños indefensos que sienten cada día el aliento de la muerte en su nuca, de pronto alguien abre un libro y enseguida abre una ventana a otro lugar, a otro momento.
Los libros no pudieron borrar a los nazis, pero pudieron hacer que unos niños fueran felices durante un instante.
-¿Conociste a Dita?

- Sí, en el proceso de documentación me encontré con que la muchacha de catorce años que manejaba los libros en el barracón había sobrevivido y estaba viviendo en Israel.
-¿Leyó el libro? ¿Qué dijo al respecto?
-Se acaba de traducir al checo, así que lo está leyendo. Me reta porque meto la pata con algunos detalles y porque el personaje inspirado en ella la hace parecer una heroína, y no quiere que la vean así. Dice que a ella le dijeron que se ocupara de los libros, pero que si le hubieran dado una escoba se habría puesto a barrer.
-La Historia, ¿se repite siempre?
-Por desgracia, nos cuesta mucho aprender y muy poco olvidar. La historia de la mezquindad humana se repite, por eso no hemos de olvidar lo que pasó durante el Holocausto.
Ninguna grandeza se puede construir sobre la humillación y la matanza.

lunes, 21 de octubre de 2013

Las VOCES del SILENCIO / por Mario VARGAS LLOSA

Aunque no soy un usuario entusiasta de Internet, reconozco que su aparición ha hecho crecer de una manera notable la libertad de expresión en el mundo y ha infligido un golpe casi mortal a los sistemas de censura que los gobiernos autoritarios establecen para controlar la información e impedir las críticas. Me ha convencido de eso Emily Parker, antigua periodista de The Wall Street Journal y de The New York Times, que en un libro de próxima publicación en los Estados Unidos pasa revista a la revolución que han significado la Web y las redes sociales en China, Cuba y Rusia en el campo de la información.
Su libro se titula Now I Know Who My Comrades Are( Ahora sé quiénes son mis camaradas ), se subtitula Voices from the Internet Underground (Voces de Internet clandestino) y, aunque es un reportaje documentado y riguroso, se lee con la excitación de una novela de aventuras. Emily Parker habla mandarín y español, ha conocido y entrevistado a la mayor parte de los blogueros más influyentes y populares en aquellos tres países, y se mueve con total desenvoltura en el mundo de catacumbas en el que suelen operar, desde el cual han establecido las relaciones digitales que los conectan con el mundo y desde el que han devuelto la esperanza de progreso y de cambio democrático a decenas de miles de sus compatriotas que, antaño, vivían paralizados por la apatía, el miedo y el pesimismo. Hace tiempo que no leía un libro tan entretenido y a la vez tan estimulante para la cultura de la libertad.
No se crea que Emily Parker idealiza excesivamente a los personajes que pueblan su libro, presentándolos a todos como esforzados paladines del progreso y desinteresados idealistas, dispuestos a ir a la cárcel y hasta perder la vida en su lucha contra la opresión. Nada de eso. Junto a admirables luchadores guiados por convicciones y valores principistas, hay también oportunistas y casquivanos, así como aventureros y escurridizos de inapresable filiación y, acaso, hasta infiltrados y espías del gobierno. Pero todos ellos, queriéndolo o no, haciendo lo que hacen, han logrado que retrocedan y a veces se volatilicen los frenos y controles que permitían a las dictaduras manipular la información y han conseguido que en la gris monotonía de esas sociedades embridadas de pronto las verdades oficiales pudieran ser cuestionadas, desmentidas, reemplazadas por verdades genuinas, y que el silencio se llenara de voces disidentes y un aire renovador, juvenil, esperanzado, y empezara a movilizar a sectores sociales que hasta entonces parecían petrificados por el conformismo.
Si el testimonio de Emily Parker es exacto, y yo creo que lo es, de los tres países sobre los que escribe, donde la revolución digital ha producido mayores cambios y donde éstos parecen haber alcanzado una dinámica difícil de atajar es en China, en tanto que en Cuba los cambios son menores y más susceptibles de ser víctimas de una regresión. Rusia parece dar manotazos en un mar de incertidumbre en el que cualquier cosa puede ocurrir: un discurrir violento hacia más libertad o un retroceso no menos traumático y veloz hacia el autoritarismo tradicional.
Una de las conclusiones más alentadoras de este ensayo es que la revolución tecnológica que hizo posible Internet no sólo es un arma poderosa para combatir a las dictaduras; también, para dar un derecho a la palabra a los ciudadanos comunes y corrientes en las sociedades abiertas de modo que el derecho de crítica deje de ser una prerrogativa de ciertas instituciones y órganos de expresión, y pueda extenderse y subdividirse sin límites, exponiendo a la vigilancia y la crítica del conjunto de la sociedad a los propios medios de comunicación. De esto puede resultar, desde luego, una cierta anarquía informativa, pero, asimismo, un sistema en el que la libertad de expresión esté permanentemente sometida a prueba y a perfeccionamiento y discusión.
Los blogueros, talentos y genios de las redes sociales suelen ser tan extravagantes y pintorescos como los artistas -con sus manías, estilos y ambiciones- y uno de los grandes méritos de Emily Parker es retratarlos en su libro no sólo prendidos a sus ordenadores y enviando sus mensajes a través del éter a la miríada de invisibles seguidores y amigos con que mantienen contactos digitales, sino en la intimidad familiar, en los cafés o antros donde se refugian, en el seno de sus familias, en los mítines políticos que promueven o en los escondites donde suelen desaparecer cuando son perseguidos. Eso hace que este libro esté lleno de color y de vida plural, donde la política, la cultura, los problemas sociales y económicos no aparecen nunca como realidades abstractas y desencarnadas, sino humanizados en individuos de carne y hueso, con sus grandezas y miserias y en unos contextos que permiten medir mejor los logros que han obtenido, así como sus fracasos.
Algunos de estos personajes se quedan en la memoria del lector con la vivacidad y el dinamismo de los protagonistas de una novela de Joseph Conrad o André Malraux. Por ejemplo, los chinos Michael Anti (Zhao Jing) y He Caitou, los cubanos Laritza Diversent, Reinaldo Escobar y Yoani Sánchez, y el ruso Alexéi Navalni aparecen en estas páginas con unos perfiles tan dramáticos y notables que parecen provenir más de la ficción que de la pobre realidad. Navalni, sobre todo, cuya historia ha dado ahora la vuelta al mundo gracias a su última peripecia que lo llevó a la cárcel y lo sacó de ella para ser candidato a la alcaldía de Moscú, en unas elecciones en las que obtuvo tres veces más votos que los que predecían las encuestas (y probablemente muchos más que los que dijeron los resultados oficiales).
Es un milagro que Alexéi Navalni esté todavía vivo, en un país donde los periodistas muy críticos del régimen que preside el nuevo zar, Vladimir Putin, suelen morir envenenados o asesinados por hampones, como la valiente Anna Politkovskaya. Sobre todo porque Navalni comenzó su carrera de bloguero denunciando con pruebas inequívocas las corruptelas y tráficos delictuosos de las grandes empresas (privadas o públicas) y exhortando a sus usuarios o accionistas a emprender acciones legales contra ellas en defensa de sus derechos. No sólo sigue vivo, después de haber calificado a Rusia Unida, el partido de gobierno, de "El Partido de los Estafadores y Ladrones", sino que se ha convertido en una verdadera fuerza política en Rusia: ha convocado manifestaciones de oposición con asistencia de decenas de miles de personas y es una figura internacional, que habla varios idiomas, domina gran variedad de temas, e impresiona por su simpatía y su carisma. En las páginas de este libro descuella sobre los otros disidentes por su apostura, su elegancia, pero también porque es imposible precisar en su caso dónde comienzan y dónde terminan sus ambiciones, sus convicciones y sus principios. No hay duda de que es excepcionalmente inteligente y valiente. ¿Pero es también un demócrata genuinamente guiado por un afán de libertad o un populista ambicioso que detrás de todos los riesgos que corre esconde sólo un apetito de poder y de riqueza?
Leyendo este libro es difícil no sentir una gran tristeza por ver los estragos que el totalitarismo ha causado en China, Cuba y Rusia. Todos los progresos sociales que el comunismo pudo haber traído a sus pueblos no compensan ni remotamente el atraso cívico, cultural y político en que los ha sumido, y los obstáculos que ha sembrado para que puedan aprovechar sus recursos y alcanzar el progreso y la modernidad en un ámbito de coexistencia democrática, legalidad y libertad. Es clarísimo que ese viejo modelo está muerto y enterrado, pero, aun así, librarse de él definitivamente les significará tiempo y sacrificios.
El libro de Emily Parker muestra el invalorable servicio que ha venido a prestar en esta tarea Internet, la gran transformación de las comunicaciones de nuestro tiempo


domingo, 29 de septiembre de 2013

La reina de corazones: Un libro que resume las estampas políticas contemporáneas


El libro con las columnas de Viau, imprescindible para entender esta época

En ”La reina de corazones” se reúne el trabajo lúcido y de certeros análisis que la periodista publicó en sus últimos tres años de vida.
Es un fresco, renacentista si se quiere, pintado con colores luminosos y detalles enriquecedores que retrata con fidelísima ferocidad una época y una cultura también feroces del poder político en la Argentina, Ahora, ¡qué pincel!, ¡qué artista!, ¡qué trazos! Sudamericana acaba de publicar “Susana Viau–La Reina de corazones”, un volumen pequeño y abarcable, como los grandes amores, que reúne medio centenar de las columnas que la periodista Susana Viau escribió en este diario a lo largo de los últimos tres años de su vida. Susana murió de cáncer el pasado 24 de marzo, a los 68 años.
El libro contiene en la tapa una llamada muy simpática: “Las columnas de la periodista que le arruinó los domingos a CFK”. Ha de ser cierto. Pero en realidad, que el trabajo de un periodista le amargue el desayuno al dueño del poder, en cualquier parte del mundo, no es más que el resultado de su trabajo bien hecho. El periodismo molesta, revela, inquieta. Si no lo hace, es propaganda, como ya han celebrado otros colegas. El gran mérito de las columnas de Viau no es haber arruinado algunos domingos al poder, sino es haber iluminado el pensamiento de sus lectores, aún de quienes podían no coincidir con sus certeros y agudos análisis.
O con sus premoniciones. Allí está, escrita para la historia, su advertencia sobre la salud de Néstor Kirchner, el intrépido “estoy perfecto” que soltó a la salida de la operación por una obstrucción coronaria y la desconfianza de Viau hacia la “historia oficial” que el Gobierno dio sobre la enfermedad del entonces ex presidente. La columna “El matrimonio presidencial sobreactúa la salud de Néstor”, fue publicada el 19 de septiembre de 2010, un mes y ocho días antes de la súbita muerte del ex presidente.
Pero lo de Viau no eran las premoniciones, ni las admoniciones.
Con el vigor de un escultor, talló cada domingo el perfil del kirchnerismo, de sus funcionarios, de sus alcahuetes, de sus perdularios, de sus ambigüedades, de sus manotazos y de sus giros imprevistos, de sus laberintos y de sus negocios turbios. “La elección de Bergoglio, una afrenta a Cristina”, la última columna de Susana  antes de su muerte, es un ejemplo de cómo el kirchnerismo pasó de juzgar al Papa Francisco como un demonio, a desplegar sus artes de seducción, si es que las tiene, para usarlo como objeto de propaganda electoral. La columna “Hebe abandona en el camino a viejos amigos”, retrata un costado de los negocios espurios del Gobierno. La columna “Superficialidad kirchnerista en la ESMA”, refleja la banalidad con la que el kirchnerismo tomó en los últimos tiempos los derechos humanos, que fue en su momento una de sus torres más altas.
“Las grietas en el modelo cristinista”, de febrero de 2012, adelantó lo que nadie quiso ver. Y todo lo hizo Viau con una técnica impecable y clara, porque además hizo escuela: frases largas para describir, frases cortas para definir, adjetivos magros pero contundentes, claridad en las ideas, concisión en el lenguaje, humor, ironía. Un arte.
La Reina de Corazones”, habla sin palabras de su autora, que fue una mujer de una ética a prueba de balas, que debió esquivar dicho sea de paso, y a prueba de años. Así lo certifican en el libro sus amigos entrañables: Miguel Bonasso, Jorge Lanata y Oscar Muiño, autor de un prólogo de adulta ternura, que no puede ocultar la tristeza y desazón enormes que provocó la muerte de “La Viau”.
El libro, imprescindible cuando se intente comprender estos años, deja también una enseñanza.
El periodismo, esta profesión maravillosa, no es ni será lo que los poderes creen que es, o quieren hacer creer que es. El periodismo son las páginas que dejan escritas, como testimonio involuntario de una época, periodistas lúcidos y valientes como Susana Viau.

POR ALBERTO AMATO

 


domingo, 1 de septiembre de 2013

El martes 3 presentan el Libro: El Inventor del Peronismo de Silvia Mercado



El Espacio SUMAR tiene el agrado de invitar a toda la comunidad a la disertación sobre el libro 
"El Inventor del Peronismo" de Silvia Mercado.

La misma se realizará el próximo martes 3 de septiembre a las 19:00 horas en el Museo de la Reconquista, Padre Castañeda 470, Ciudad de Tigre.

Entrada será libre y gratuita.

Esperamos contar con su presencia.

jueves, 11 de octubre de 2012

Lanzan libro sobre la historia de las bibliotecas en Paraguay



El 12 de octubre se lanza oficialmente el libro "Bibliotecas: de las piedras a las Redes Sociales", que trata sobre los inicios de la escritura y el nacimiento de las primeras bibliotecas. A las 19:30 del viernes 12 se realizará el lanzamiento del libro en la Mediateca de la Alianza Francesa en Asunción. El libro es sobre los inicios de la escritura, el nacimiento de las primeras bibliotecas y la llegada de los primeros libros a nuestro país.
La entrada es libre y gratuita, pero anuncian que el cupo es limitado. Participarán representantes de la Secretaría Nacional de Cultura y otros invitados especiales.
Las personas interesadas en participar ya pueden reservar sus entradas rellenando un formulario a través de este link: http://bit.ly/formulariodeinscripcion.

Sobre el libro

Este material pretende brindar un panorama general acerca del estado de las bibliotecas en Paraguay, su gestión e informatización además de la anexión de información del contenido de todas las bibliotecas a través de un sencillo pero completo sistema informático que fuera presentado por dos alumnas como parte de trabajo de investigación para el título de Ingeniería en Informática.

Bibliotecas: de las piedras a las Redes Sociales no solo resulta útil en historias y conceptos sino que además brinda soluciones efectivas para la informatización del contenido de todas las bibliotecas y gestión a través de Internet y las Redes Sociales.Algunos de los temas que se tratan en el libro son: Inicios de la escritura, antecedentes de la biblioteca a nivel nacional e internacional, informática e internet como herramienta de difusión de información de las bibliotecas, entre otros puntos específicos.

El material estará disponible a la venta el día del lanzamiento a un costo de Gs. 25.000.

Autoras: Sara Saavedra: Egresada de la carrera de Ingeniería en Informática de la Universidad del Cono Sur de las Américas. Técnico en gestión de Mediatecas por la Universidad X Nanterre, Paris. Actualmente Responsable de la Mediateca y Social Media Manager de la Alianza Francesa.

Gloria Samaniego: Egresada de la carrera de Ingeniería en Informática de la Universidad del Cono Sur de las Américas. Trabaja en el departamento de Informática de la Empresa Barcos y Rodados.

Colaborador:
Mario Velázquez: Lic. en Ciencias de la Comunicación, egresado de la Universidad Nacional de Asunción. Coautor del libro "Nuestros Hijos Digitales | Perdiendo el Control" docente del curso de Marketing en Internet, actualmente Social Media & Project Manager.

Contacto:Para reservas o mayor información se habilita el correo redes@alianzafrancesa.edu.py, shueveren@gmail.com además del teléfono: (0992)444179.


viernes, 15 de junio de 2012

Operación Masacre / Rodolfo WALSH [Libro Disponible]


Operación Masacre (1957) de Rodolfo Walsh es el nombre de la primera obra de "ficción periodística" o novela testimonio, el relato novelado de un hecho real. Se adelantó nueve años a A sangre fría (In Cold Blood) de Truman Capote, el libro a menudo citado como iniciador de este género. La novela desnuda la trama oculta de lo sucedido en los llamados "fusilamientos de José León Suárez". En 1972, fue llevada al cine.
Resumen
En 1956 un contra-golpe militar a la dictadura de la llamada Revolución Libertadora fracasa, y en un terreno descampado de José León Suárez, Provincia de Buenos Aires, Argentina, son fusilados varios civiles sumariamente sospechados de estar en el alzamiento. A casi seis meses del hecho, alguien le dice a Walsh que "un muerto vive". En el curso de los meses siguientes descubre que hay más de uno: hay quince sobrevivientes de ese matadero. Y los contacta uno a uno, mientras reconstruye los hechos y acumula, en forma clandestina, la categórica evidencia que se convertirá en Operación Masacre.
Con la publicación del libro en 1957, Walsh no dio por terminada la castración. En las sucesivas ediciones fue incorporando nuevos elementos y variando su reflexión final sobre los hechos, a medida que variaba su concepción sobre el sistema que regía a la Argentina. Los fusilamientos quedaron impunes. Operación Masacre, sin embargo, cumple su cometido histórico: pulveriza la versión oficial de los hechos y ofrece para el futuro un valorable ejemplo.

Estructura externa

La obra se divide en:
Prólogo: cuenta cómo se entera de la existencia de los sobrevivientes y los primeros fasos de la investigación
Primera parte: LAS PERSONAS: presentación de los personajes que serán fusilados y su entorno.
Segunda parte: LOS HECHOS: narra cómo se llevaron a cada uno de los hombres del departamento, el traslado a la Unidad regional de San Martín, el traslado al lugar de fusilamiento, las conversaciones entre los presos y sus sentimientos, el fusilamiento propiamente dicho y el modo en que se salvaron los que pudieron lograrlo.
Tercera parte: LA EVIDENCIA: reproducción del expediente formado por la denuncia de Livraga, las declaraciones de los implicados, víctimas y victimarios y el fallo final.
Apéndice: habla sobre la filmación de la película "Operación masacre"
Secuencia final: especie de alegato final en la que participan el pueblo, los fusilados, políticos y diferentes personalidades con hondo contenido social y emocional.

Cada capítulo, a su vez, se divide en secciones. La primera parte del 1 al 13; la segunda del 14 al 31 y la tercera del 32 al 37, cada una de ellas con título.
La primera edición de este libro fue hecha en 1957. En 1964, editorial Continental realiza una edición en la que se incluye el expediente Livraga. La edición analizada corresponde a Ediciones de la Flor y es la décima novena de febrero de 1994. Consta de 204 páginas
LIBRO DISPONIBLE EN

domingo, 19 de febrero de 2012

Los satélites del libro




En Lecturalia hemos publicado una serie bastante completa de artículos que analizan el proceso completo de producción de un libro, desde su escritura hasta su venta, explicando la función de todos los profesionales que suelen intervenir en dicha cadena, desde agentes literarios hasta encargados de prensa. Pero de lo que no somos conscientes por lo general es del negocio que se genera alrededor de ese proceso, un negocio relativo a los servicios complementarios por y para el escritor, que pueden ser útiles, necesarios o simplemente absurdos.

El escritor Ewan Morrison comentaba hace poco en un artículo para el periódico británico The Guardian que le resultaba sorprendente que la publicación de su obra The End of Books, un ensayo sobre el futuro del libro en una industria cambiante, le procuraría mayores ingresos que sus propios libros de ficción. Morrison se mostraba asombrado de que, a pesar de contar con un reconocimiento aceptable para sus obras, su ensayo, de una naturaleza mucho más práctica, producía una avalancha continua de invitaciones a conferencias, congresos y lecturas; evidentemente la industria editorial estaba muy interesada en lo que tenía que decir, pero también los propios escritores, preocupados por los cambios que están afectando a su ya de por sí volátil profesión. Morrison apuntaba, con gran acierto, que estamos en un momento burbuja en el que crece de manera exponencial la demanda de información para escritores en estos tiempos inciertos: las librerías, sobre todo las virtuales, están llenas de libros que explican cómo crear y vender un libro electrónico.

Algo parecido ocurrió (y hasta cierto punto sigue ocurriendo) con las bitácoras online. Si bien sólo hay una decena de personas en el mundo que pueden haberse hecho millonarias con su blog (y gran parte de ese dinero proviene de ofrecer cursos, conferencias y actos similares, por no hablar de ventas de productos afiliados), se produjo una explosión de manuales para crear blogs de éxito. Ahora que los blogs parecen entrar en declive frente al poder de atracción de las redes sociales, surgen obras especializadas, unidas también a conferencias, talleres y cursos, dedicadas a enseñar al escritor a promocionarse a través de éstas. Uno no puede dejar de preguntarse si los escritores que realmente han obtenido un gran número de ventas gracias a las redes sociales estaban apuntados a estos cursos o si han recurrido a a) un talento natural de márketing o b) un spam tan insidioso y pesado que todo el mundo ha acabado comprando su libro sólo para poder respirar tranquilo. Por no mencionar que los escritores que han conseguido un alto volumen de ventas a través de las redes sociales son, realmente, muy pocos, y deben su éxito más bien a conceptos novedosos de venta e ideas de promoción muy originales y creativas.

El escritor se halla sujeto a la caza y captura al igual que lo está el ciudadano medio. El mercado está repleto de libros sobre cómo enriquecerse en cinco minutos, perder ocho kilos en tres días o encontrar la felicidad en los posos del café, ¿cómo no iban estos mismos productores de libros en cadena aprovecharse de esta burbuja de la que habla Morrison? Y cuando la burbuja explote, cuando el mercado esté saturado y/o el escritor decida que no necesita ocho manuales de cómo vender millones de libros a base de anuncios en Tuenti, no importará: siempre habrá un nuevo campo que explorar.

Fuente: http://www.lecturalia.com/blog/2012/02/19/los-satelites-del-libro

sábado, 30 de abril de 2011

La bibliópolis oculta

www.gadelargentina.blogspot.com
En Buenos Aires, librerías consagradas a volúmenes antiguos o raros y libreros apasionados dan testimonio del amor que despierta el libro como objeto de colección
La bibliofilia, el amor por el libro como objeto de colección, tuvo su auge en Buenos Aires entre los siglos XIX y XX, merced al interés de una elite ilustrada que adquirió en Europa bibliotecas enteras y formó colecciones notables (Arata, Cárcano, Bunge, Gallardo, Llobet, Zorraquín Becú, Vogelius, Mayer). Muestra de ello son los 40.000 ejemplares reunidos por Jorge M. Furt, que se conservan en la estancia Los Talas, a unos 20 kilómetros de Luján. O los 60.000 títulos de la colección Quesada, hoy en Berlín. Un glorioso pasado que alcanzó su cenit a mediados del siglo XX.
Aquella "bibliópolis" de rango mundial (según Rubén Darío y Paul Groussac), famosa por sus escritores, editores, libreros y bibliófilos, mantiene su crédito como la plaza del libro antiguo más importante de Latinoamérica. Mario Vargas Llosa ha dicho que una de las razones por las que le gustaría vivir un tiempo en Buenos Aires son sus librerías. La Asociación de Libreros Anticuarios de la Argentina (Alada), fundada en los años 50, reúne a cincuenta libreros. Su presidente, Alberto Casares, afirma que la asociación, que desde 2004 organiza la Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires -única en el continente y must de la agenda porteña-, vive su mejor momento.
Librerías, libreros y bibliófilos
Una minoría sofisticada de librerías anticuarias ofrece libros antiguos (previos a los siglos XVIII o XIX) y de lujo. La mayoría, en cambio, se ocupa de libros raros, agotados, de colección, decorativos o preciosos, que atraviesan cronologías. Luego están las librerías de viejo, ocasión o lance, con libros descatalogados o usados. En rigor, la mayoría cuenta con un poco de todo y se define por lo que predomina. A los libros se suele sumar una vasta iconografía antigua en soporte papel (mapas, fotos, documentos, etcétera).
Las temáticas comunes son argentinas e hispanoamericanas y las especiales, fotografía (Poema 20); correos, gráfica, tabú (El Faro del Fin del Mundo); alemán, latín (Henschel); franceses ilustrados (Víctor Aizenman, El Incunable); idiomas (Glyptodon); teatro (Ávila; La Teatral); derecho (Platero). El gusto del coleccionismo fue nacional y americanista (siglo XIX), europeizante (inicios del XX), nacional (XX) y desde el año 2000 parece inclinarse por las vanguardias literarias.
En los fascinantes locales de estos libreros se accede a otros tiempos y espacios: atmósferas londinenses (Antique, Poema 20, Casares), gabinetes nobles del siglo XVIII (Aizenman), escenografías históricas (Ávila, donde en 1785 funcionó la primera librería del país). Algunos locales se ubican en sótanos (El Incunable, Cueva Libros, Platero), trastiendas (Fernández Blanco, Glyptodon), departamentos (Henschel), edificios históricos (El Faro), galerías (Pampeana, Lord Byron, Mireya), hogares (Manos Artesanas; Del Plata) y laberintos (Huemul).
Los buenos libreros apuestan al vínculo personal con sus clientes ("No vendo a quien no veo", confiesa Llobet), asesorando, cuidando el trato y ofreciendo servicios como catalogar y reparar libros, permutar o canjearlos. Organizan lecturas con café y hasta "chocolates de los jueves" para atraer viudas. Al cabo, el librero es un bibliófilo al que le cuesta deshacerse de sus mejores libros. Sosa y Lara, de Lord Byron, define su oficio como "un ida y vuelta entre un cliente especializado y un librero que se nutre de ese conocimiento y lo devuelve".
"El librero es un psicólogo -explica Gustavo Breitfeld, que tiene ambos títulos- y esto es como un vicio, una droga, la adrenalina del buscador de tesoros. El psicoanálisis trata de descubrir en el inconsciente lo reprimido, mientras que en el libro busco lo que no me dice para ponerlo en valor."
Entre libreros y compradores, el médium es el catálogo, libro sobre libros, quintaesencia de la bibliofilia, motivo de coleccionismo y fuente de criterios para valorar un ejemplar. Esos criterios son múltiples: la proyección cultural de la obra, la edición (pirata, príncipe, revisada, rara, numerada); el estado del libro (lomo fatigado, tiros de polilla; los cantos desparejos revelan agregados y el olor a goma, restauraciones); la estética (encuadernación lujosa o firmada, medio marroquí o florones en el tejuelo, ilustraciones, papel, tipología); partes (hojas de respeto, guarda, pestaña); provenance y marginalia ; la demanda y existencia; si figura en bibliografías (Suárez, Palau).
"El que compra con pasión hace negocio", explica Breitfeld. Casares, por su parte, agrega que eso requiere "intuición, buen gusto, mirada abarcadora y rápida, olfato, sensualidad en la mano, paciencia y saber escuchar a dos grandes maestros: el libro que nos habla y el cliente que nos enseña su especialidad". No obstante, pese a tener tantas cosas en común, señala Ana María Lacueva, "jamás nos pondríamos de acuerdo sobre un precio".
El rematador que vendía libros antiguos entre vajillas y carruajes (Bullrich ha sido pionero en esto) cuenta hoy con especialistas en tasar y catalogar ejemplares únicos que subastan ante agentes de grandes coleccionistas locales (Porcel y Blaquier) y extranjeros.
La fama hosca de los libreros se desmiente con la cohesión de Alada. El prejuicio de métier masculino cede ante la abundancia de damas libreras como Elena Padin Olinik, de Helena de Buenos Aires, rematadoras (María Saráchaga), coleccionistas (Larguía), encuadernadoras y artistas de ex libris. Los bibliófilos, por su parte, revelan su espiritualidad (Navia define su pasión "como un pianissimo de Rubinstein") y sociabilidad. Un centenar se reúne en la prestigiosa Sociedad de Bibliófilos Argentinos (1928), explica Padorno, su vicepresidente. Renacen las tertulias, las donaciones en vida y la idea de que "los particulares prolongan la vida del libro antiguo mejor que una biblioteca, pues le dan más cariño y cuidado" (Aquilanti). A la leyenda de un duelo atávico entre codiciosos libreros y pícaros bibliófilos, Almeida responde: "Todos amamos los libros y estamos del mismo lado".
Artesanías y cuidados
Los restauradores y encuadernadores son los artistas del libro. Algunas librerías, por ejemplo Antique, tienen los propios (Carlos Guerrero), aunque la mayoría es independiente, como la multipremiada María Sol Rébora; Andrés Casares, que aprendió técnicas secretas de maestros franceses; o Graciela de la Guardia, dama de vasta cultura, formada en Japón y Francia, con lista de espera mundial y un taller encantador. La encuadernación puede ser una obra de arte, firmada y coleccionable, pero no siempre beneficiosa. Antes se estilaba encuadernar todo a la francesa (agregando tapas y guillotinando hojas), arruinando ediciones originales. Hoy se prefiere respetar lo que el libro trae, dejar primeras ediciones en rústica y en rama (sin abrir), y encuadernar lo previo al siglo XVIII con pergamino y rama abierta (borde desparejo), aunque, observa Aizenman,"hay cierto fetichismo en nunca encuadernar; la encuadernación puede alterar o jerarquizar el libro".
Un socio fiel del libro antiguo es el ex libris ("Este libro es de", en latín), viñeta con emblema y leyenda alusivas al coleccionista o su tema. La grabadora Eva Farji, interesada en sus alegorías, refiere su origen noble y heráldico, que se remonta al Renacimiento, y su etapa burguesa, profesional y artística, con el auge del libro y el diseño, a fines del siglo XIX. A principios del XX, los amigos de los ex libris comenzaron a reunirse. En nuestro país, María Magdalena Otamendi de Olaciregui (cuya colección se conserva en la Biblioteca Nacional) fundó la Asociación Argentina de Ex Libristas. El ex libris atrajo a artistas como Norah Borges y Pío Collivadino. Hoy tiene estupendos artistas (Grupo de Amigos del Ex Libris/Gadel, Luis Mc Garrell Gallo) que crean por encargo (¡Carlos Menem se hizo uno!) y fieles coleccionistas (Vast y Dellepianne Cálcena).
La fragilidad del libro exige recaudos. Contra el polvo aconsejan leerlo (se airea solo), guardarlo en bibliotecas Thompson o cajas, y para curarlo de plagas (dermétidos, xilófagos o "taladros" y gorgojos), envolverlo con celofán en el freezer o agregarle cantos dorados que ahuyentan insectos además de adornar. Conviene cuidarlo de la humedad, sol, calor, animales y fumadores, exhibirlo y catalogarlo desde los 3000 ejemplares, cuando falla la memoria y se puede soñar con dar nombre a la colección.
El futuro de los libros del pasado
El libro antiguo circula entre decesos, divorcios, viajes, apremios, donaciones, estancias, porteros asociados a libreros o cartoneros que los liquidan como papel. "Se tiran millones", dice López Medus. "Veinticinco años después de haber prestado un libro, lo reencontré en una librería de usados", cuenta Vega Andersen.
El futuro del libro antiguo reniega de sus clichés. Si bien cierran librerías (L'Amateur), son más las que abren (La Teatral, El Vellocino de Oro, Gotcha's Books, Los Siete Pilares), en un proceso de renovación generacional, cambio de perfil profesional y sofisticación de la plaza, con jóvenes libreros y perspectivas modernas (Sirinian, Breitfeld, Koch, Aquilanti, Lüchter Bunge). Cada vez más especializados y menos diletantes, parece no obstante inmortal la imagen del librero bohemio, "devoto del libro como fenómeno en la vida del hombre y del sentido misional de una librería", acota Llobet.
De a poco, el libro antiguo vuelve a interesar a la dirigencia, se reconoce su aporte al acervo cultural y su falso elitismo. "Un ejemplar interesante cuesta igual que un par de zapatillas", afirma Fullone, de la Librería Del Plata. Basta escoger un buen tema, dejarse asesorar y adquirir poco y bueno.
Los stocks libreros (el mayor es el de Fernández Blanco, con más de 200.000 ejemplares), los tesoros públicos y las colecciones privadas demuestran que queda mucho en Buenos Aires. Los extranjeros no se han llevado todo; los libros tienen su destino (dijo el poeta Horacio), que es circular, yendo y viniendo del exterior, pues también los argentinos adquieren afuera. Un mundo integrado -dicen- promueve este circuito del cual nuestra ciudad forma parte vendiendo, comprando, visitando ferias, actualizándose e integrando organizaciones internacionales, como Breitfeld, Aizenman y García Cambeiro.
También los remates, Internet y el Estado expanden el sistema: la Biblioteca Nacional adquiere y cuida donaciones, el Gobierno porteño promueve librerías de valor patrimonial, la Feria del Libro Antiguo y, este año, las actividades derivadas del nombramiento de Buenos Aires como Capital Mundial del Libro (Unesco).
Pero ¿qué explica el placer del bibliófilo ante el vértigo de saber que no bastará su vida para leer lo que posee? Acaso lo mismo que aqueja a todos los hombres: la conciencia de la finitud y el anhelo de asirse a un objeto que supere el tiempo, pues los hombres pasan, los libros quedan y en esa inmortalidad radica, según Llobet, "la fuerza invencible del libro antiguo".
Si los libros, como afirma Whipple, son "faros erigidos en el vasto mar del tiempo", Buenos Aires es una costa resplandeciente para cualquier náufrago existencial.
EXQUISITOS, EFICACES Y LEGENDARIOS
Casi tan variados como los volúmenes que se agolpan en sus estanterías son los perfiles de los libreros. Los hay exquisitos (Aizenman, Diran Sirinian), eficaces (Lacueva, Casares, los Breitfeld), conversadores (López Medus, Miguel Ávila), tradicionales (Mireya Pardo, Rodolfo Luchter Bunge, Lucio Aquilanti). No faltan ni el apostólico (Jorge Llobet), ni el legendario (Antonio Rago), ni el detectivesco (Roberto Di Giorgio), ni el cordial (Raúl Almeida), ni el sistemático (Vega Andersen). Pero, en cualquier caso, como señala Alberto Casares, "el ideal reúne cualidades de bibliófilo (colecciona), bibliotecario (cataloga), estudioso (trabaja el material) y comerciante (compra y vende)"
BUSCADORES DE PERLAS
Entre "el refinado sensualismo intelectual y las múltiples emociones que proporcionan al espíritu las andanzas en pos de los libros" (Buonocore), circulan compradores por metro (decoran bibliotecas y lámparas), deportistas (pescan ocasiones), fetichistas (los dejan intonsos), profanos (buscan " El principito de Maquiavelo"), estetas (gozan con el tacto del pergamino y el perfume del cuero), excéntricos (adquieren ejemplares del mismo título para cada hijo), desesperados (esconden lo que no pueden adquirir) y bibliófilos consumados, como Eduardo Sadous, que, cual cazadores, relatan sus hazañas, muestran sus trofeos y sueñan con la suerte de quien en 1910 adquirió una Biblia de Gutenberg por 80 pesos en Lavalle y la vendió por una fortuna al Museo Británico.
BIBLIOFILOS Y FAMILIAS
La bibliofilia es una manía menor que, sin recaudos, puede conducir a perversiones como el fetichismo, la cleptomanía y la bibliopatía, y convertirse en "agente de mortificación familiar", dice Guillermo Gasió. Están quienes comprometen las finanzas (ocultan sus compras o se privan de comer), el espacio (algunos requieren departamentos enteros para sus bibliotecas), la higiene del hogar o la atención de las señoras. Circulan anécdotas escalofriantes sobre vengativas viudas que venden bibliotecas "con los pétalos de las flores del velorio todavía en el piso" y "falsas viudas" que liquidan libros de un supuesto "difunto" infiel. "El libro es la peor amante pues junta tierra y bichos, es caro, ocupa lugar y roba el tiempo de los maridos", concluye Ávila.
DIRECCIONES DE LIBRERIAS ANTICUARIAS
Víctor Aizenman
The Antique Book Shop:
Alberto Casares:
Librería Fernández Blanco:
Poema 20:
El Incunable:
Librería Platero:
El Faro del Fin del Mundo:
La Librería de Avila:
Librería-Editorial Histórica Emilio J. Perrot:
Manos Artesanas:
El Glyptodón:
Librería del Plata:
Henschel:
Pampeana y Lord Byron:
Mireya y otras librerías:
Huemul:
Tupy:
Graciela de la Guardia
Grupo de Artistas de Ex Libris:

Por Maximiliano Gregorio-Cernadas para La Naciòn


(restauradora y encuadernadora):
Montevideo 1621 PB "A"

Paraguay 1268
Avenida Santa Fe 2237
Galería Buenos Aires, Florida 835
Galería Las Victorias, Libertad 948
Reconquista 533 1° "C"
Guido 1927 PB "A"
Ayacucho 734
Uruguay 1368
Azcuénaga 1846
Alsina 500
Galería Libertad, Libertad 1240
Talcahuano 485
Montevideo 1519
Esmeralda 869
Tucumán 712
Suipacha 521
Libertad 1236
Las Heras 2153 PB "A"