Lo escribió el periodista
Pablo de León y hoy sale a la venta. Para Massa fue clave la designación de
Bergoglio.
Un libro que estará desde hoy en las
principales librerías de la Capital
y el Conurbano, cuenta la historia política de Sergio Tomás Massa y devela una
señal que lo decidió a competir. El candidato del Frente Renovador es mostrado
en su recorrido político, en su relación con su esposa Malena Galmarini y en lo
que tomó en cuenta para dejar Tigre y saltar a la competencia electoral de
2013.
En “Massa, el salto del Tigre”, escrito por el periodista de Clarín
Pablo de León y editado por Aguilar, se detalla cuál fue la señal que Massa
tomó como el faro para su lanzamiento: la
elección de Jorge Bergoglio como
Sumo Pontífice.
El 13 de marzo de 2013 cambió la
historia política de Sergio Tomás. En el Vaticano se decidió el nombre del Papa
número 266 de la historia. La sorpresa invadió a todos en la Argentina y desató el
júbilo. Massa se encontraba en su oficina, en una jornada más de trabajo. Tenía
agendada la visita a la
Municipalidad de Tigre de un grupo de jóvenes de la localidad
de Rafaela, de la provincia de Santa Fe. En el hall de entrada de la Municipalidad
aguardaba también el gerente de noticias de radio Mitre, Jorge Porta. Massa
recibió allí a los jóvenes y conversaba animadamente con ellos e incluyó en la
charla al periodista radial. Sin embargo, la atención enseguida se dirigió
hacia un aparato de televisión, ya que ese momento había aparecido el tan
anhelado “humo blanco”.
Todos quedaron pendientes de la transmisión televisiva y la noticia los
sorprendió: el nuevo papa era argentino.
El “Habemus papam” surgió de la
temblorosa voz del cardenal protodiácono francés, Jean Louis Tauran, y el
nombre de Bergoglio fue consagrado ante una Plaza de San Pedro pletórica de
alegría. Esa misma emoción brotó en la oficina del Intendente de Tigre. Sergio
Tomás sintió que el cuerpo se le desarmaba y comenzó
a lagrimear sin poder contenerse. Ante la mirada de los jóvenes rafaelinos,
sintió que algo había cambiado, como si ésa fuera una señal que le indicaba que
era tiempo de asumir responsabilidades.
“Tomar decisiones”, se dijo Massa, en voz baja, sin reparar en que estaba rodeado
aún de visitantes. Se sobrepuso a la emoción que lo embargaba y observó a los
concejales santafesinos, junto a sus militantes.
“Esto
es una señal, chicos. Y hay que saber interpretarla”, razonó con la vista
todavía empañada. Sintió que era una bendición, que su cuerpo recibió de lleno.
“Me pegó fuerte, fue una trompada al medio del mentón”, dijo al llegar a su casa a su mujer
Malena. La elección de Bergoglio cambió la ecuación de muchos. Incluso la de la Presidenta de la Nación. Massa
comprendió entonces que era tiempo de definiciones.
Fuente: Diario Clarín